
En sus ojos latía el rescoldo de una antigua arrogancia, una mirada helada, inquisidora, que no reflejaba emoción alguna, como esos montones de nieve resguardados al pie de las fachadas en sombra.
(El suplente del suplente - Xavier Calicó; Quatro, Ed. Folio: Barcelona, 2006)
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