TU SEI LA PIÙ BELLA DEL MONDO

Emma sintió una extraña opresión y la esencia de todos los eucaliptos y naranjos de Sicilia la envolvió en una fragancia penetrante. ¿Cuánto tiempo transcurrió sin que fuera capaz de contestarle? Desde la mesa vecina, un joven siciliano le tiraba el anzuelo con miradas románticas, mientras entonaba la canción Tu sei la più bella del mondo. Al volverse, insegura, para comentarle la gracia de aquella tonadilla de la que no entendía ni una palabra, vio cómo Cohen dormía plácidamente. Cinco meses después se celebró la boda.


(El suplente del suplente - Xavier Calicó; Quatro, Ed. Folio: Barcelona, 2006)
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