Existen nalgas que aun permaneciendo siempre ocultas, son transformadas por la mente en algo para ser manoseado. No, no era un zigzag lozano, sino un ir y venir henchido de madurez, con la prestancia de esos soufflés que, tras su punto óptimo, empiezan a desinflarse. Porque las ancas de Loreta se encontraban precisamente en la clave del arco que va de la gloria a la catástrofe, espacio de tiempo sumamente efímero, mórbido, meloso y, para Mc Fuller, tremendo.
(El suplente del suplente - Xavier Calicó; Quatro, Ed. Folio: Barcelona, 2006)
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