Y del mismo modo que el catador de vinos disfruta saboreando sin prisas una copa de Mouton Rotschild del 82, así, también, el lector sensible a la buena literatura apreciará en la novela "El suplente del suplente" ese calor especial que sólo irradian las obras de culto.
jueves, 14 de agosto de 2008
LA MISMA CABRA
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La misma cabra de ayer volvió a aparecer al borde del acantilado. Y allí se quedó, quieta, oteando el mar como si pensara en algo importante.
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