jueves, 27 de noviembre de 2008

LA VOZ DE LA CALLAS






Acabado el equipaje, Nicky se sirvió un oporto antes de sentarse junto al calor de los leños que ardían en la chimenea, pues a pesar de estar a mediados de julio, había decidido quemar un par de troncos con el fin de disipar esa humedad insoportable que se cernía sobre Londres. Acercó la copa al fuego para examinar la tonalidad de la bebida y a continuación la olisqueó con los ojos cerrados.

Desde su cadena de alta fidelidad, la voz de la Callas iniciaba en aquel momento el aria La mamma morta de Andrea Chénier.





(El suplente del suplente - Xavier Calicó; Quatro, Ed. Folio: Barcelona, 2006)

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