jueves, 30 de abril de 2009

AL BULTO Y A DESTIEMPO



Eran probablemente estas dos cualidades, la ausencia de vergüenza y la voluntad de conseguir a cualquier precio sus objetivos, las que convertían a Nicky en un individuo especial. ¿Y la estética? Qué importa, si alcanzamos la meta deseada. ¿Tan deplorable es la imagen del deportista que, consciente de no dominar el arte de driblar, embiste como un demonio a quien se le pone por delante? Sólo había que ver a Nicky, jugando al polo para hacernos una idea: entraba al bulto y a destiempo.






(El suplente del suplente - Xavier Calicó; Quatro, Ed. Folio: Barcelona, 2006)


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